Te voy a contar algo de mi.
Siempre he sido una persona a la que le ha costado mucho hacer cosas sola. Siempre necesitaba estar con gente, no me gustaba ir por la calle sola, irme de tiendas sola, y ya no hablamos de irme a un bar o a un restaurante sola, ¡ni de broma! Cuando en alguna ocasión me tocaba hacerlo, me daba pavor, me sentía incómoda, lo hacía rápido o me llevaba algún libro o el ordenador o tablet para no sentirme extraña.
Pero un día, me dio una especie de click a la cabeza y pensé: ¿y si me voy sola de viaje? Creo que incluso a mi misma me dio la risa de pensarlo, pero sin saber cómo, lo hice. Me recorrí muchísimos kilómetros durante 3 días en lo que fue el mejor viaje de mi vida. Aprendí a estar conmigo, a escucharme, a sentirme liberada de poder hacer lo que quisiera sin sentirme rara o extraña por hacer las cosas sola, me conocí mucho mejor y lo más importante: me demostré a mi misma que era capaz de lo que me propusiera.
Tras ese viaje, también me animé a vivir sola, lo que ha resultado ser una experiencia muy enriquecedora para mi, ha hecho que me resulte más fácil compartir mi vida con los demás, porque me conozco y no tengo miedo de pasar tiempo conmigo misma, no siento que dependa de nadie para estar bien.
Lo que quiero que entiendas con esto es que es importante pasar tiempo con un@ mism@, para poder conocerte y para llegar a comprender que la única persona que puede hacerte feliz de verdad eres tú.
Así que te animo a que vayas a comer sol@, a que te des grandes paseos sol@, ¡a que viajes! No te arrepentirás, creo que es algo que todos deberíamos experimentar al menos una vez en la vida.
Disfrutemos del momento, porque no vuelve.
- SIEMPRE ES AHORA -
Solo te pido una cosa... ¡que me cuentes tu experiencia pasando tiempo en tu propia compañía!
¿Te animas?
Siempre he sido una persona a la que le ha costado mucho hacer cosas sola. Siempre necesitaba estar con gente, no me gustaba ir por la calle sola, irme de tiendas sola, y ya no hablamos de irme a un bar o a un restaurante sola, ¡ni de broma! Cuando en alguna ocasión me tocaba hacerlo, me daba pavor, me sentía incómoda, lo hacía rápido o me llevaba algún libro o el ordenador o tablet para no sentirme extraña.
Pero un día, me dio una especie de click a la cabeza y pensé: ¿y si me voy sola de viaje? Creo que incluso a mi misma me dio la risa de pensarlo, pero sin saber cómo, lo hice. Me recorrí muchísimos kilómetros durante 3 días en lo que fue el mejor viaje de mi vida. Aprendí a estar conmigo, a escucharme, a sentirme liberada de poder hacer lo que quisiera sin sentirme rara o extraña por hacer las cosas sola, me conocí mucho mejor y lo más importante: me demostré a mi misma que era capaz de lo que me propusiera.
Tras ese viaje, también me animé a vivir sola, lo que ha resultado ser una experiencia muy enriquecedora para mi, ha hecho que me resulte más fácil compartir mi vida con los demás, porque me conozco y no tengo miedo de pasar tiempo conmigo misma, no siento que dependa de nadie para estar bien.
Lo que quiero que entiendas con esto es que es importante pasar tiempo con un@ mism@, para poder conocerte y para llegar a comprender que la única persona que puede hacerte feliz de verdad eres tú.
Así que te animo a que vayas a comer sol@, a que te des grandes paseos sol@, ¡a que viajes! No te arrepentirás, creo que es algo que todos deberíamos experimentar al menos una vez en la vida.
Disfrutemos del momento, porque no vuelve.
- SIEMPRE ES AHORA -
Solo te pido una cosa... ¡que me cuentes tu experiencia pasando tiempo en tu propia compañía!
¿Te animas?
0 comentarios:
Publicar un comentario