Preocupación



Ya he hablado en ocasiones de la preocupación y de la poca función que hace...

Es normal preocuparse y sentir ansiedad ante determinadas cosas que nos plantea la vida, pero párate a pensar. A veces, no se por qué, lo reduzco todo al absurdo, a lo simple, y pienso: ¿esto de qué me sirve? ¿De qué sirve preocuparse por algo que no sabes cómo va a acabar? Pues como dice esta sabia frase, sirve para llevarse la paz del presente, no se lleva los problemas del futuro.

La vida nos pone a prueba, nos mete problemas de vez en cuando para que nos hagamos más fuertes, si todo en esta vida fuera fácil, sencillo y sin obstáculos, no sabríamos valorarlo, y perdería un poco el sentido.

La vida es para diafrutarla, son dos días y... ¡ya pasó uno! (A ver si alguien adivina en qué canción se dice eso jejeje) pero no puede ser mas cierto... 

Te propongo un ejercicio: haz un viaje en el tiempo, imagina que eres muy muy mayor, que has tenido una vida larga y que estás a punto de morir. ¿Crees que en ese momento vas a encontrar útiles muchas de las preocupaciones que tienes hoy en día? Ahí tendrás la clave... evidentemente es normal que nos preocupemos algo por el futuro (y más si es incierto), o por la gente a la que queremos, pero tenemos que aprender a discernir si realmente el objeto de nuestras preocupaciones merece la pena o no, porque estoy segura de que el 50% no la merece.

Una vez más, como dije en una publicación anterior... ocúpate antes de preocuparte, cambia lo que quieras cambiar y deja fluir la vida.

- Let it be -

¿Estás de acuerdo?

 

CONVERSATION

0 comentarios:

Publicar un comentario

Back
to top